Gestión de Riesgos en la Empresa

La reciente crisis financiera internacional ha puesto de manifiesto la existencia de deficiencias en los sistemas de control y supervisión de muchas empresas que han lastrado importantes sectores de actividad.

La respuesta de las instituciones de gobernanza financiera internacional ha sido un endurecimiento, en la práctica, de los mecanismos de cumplimiento normativo y de la responsabilidad penal de las empresas y sus directivos.

Por el impacto directo que, ambos factores, pueden llegar a tener tanto en la Cuenta de Resultados de la compañía como en la propia supervivencia en su mercado, la GESTIÓN DE RIESGOS SE HA CONVERTIDO EN UN ÁREA CLAVE.

La gestión de Riesgos puede definirse como el proceso de planificación, organización, dirección y control de los recursos humanos y materiales de la empresa, con el fin de reducir al mínimo “aceptable” los riesgos e incertidumbres a los que se enfrenta la organización y mejorar su capacidad de generar valor.

Un valor se maximiza cuando se alcanza el equilibrio entre los objetivos de crecimiento, la rentabilidad de la inversión y el nivel de seguridad necesaria para controlar los riesgos asociados.

En este caso nos ocupamos de la Gestión de Riesgos derivados de los siguientes 4 factores: Compliance Penal, D&O, RC profesional y Ciberseguridad.

1.       Corporate Compliance: contar con un Plan de Cumplimiento Normativo, es disponer de un conjunto de herramientas “preventivas”, cuyo objeto es garantizar la propia actividad empresarial a largo plazo.

2.       D&O: protege a propietarios, directivos y administradores de una empresa de los actos incorrectos (propios o de sus equipos de trabajo) durante el ejercicio de sus cargos frente a potenciales reclamaciones de terceros que pueden poner en peligro, incluso, su propio patrimonio, conyugales o de la pareja de hecho.

3.       RC Profesional: que blinda al profesional liberal ante la responsabilidad civil derivada de su propia actividad y que no está cubierta con la RC de la empresa.

4.       Ciberseguridad: salvaguarda a la compañía ante las consecuencias de un ataque, infección por virus o Dd2 y las distintas acciones ilegales en el universo cibernético. Se estima que el coste anual del cibercrimen alcanzará los 5,4 billones de euros desde 2019 al 2021.


¿Cómo les ayudamos desde QLC?

1.       Identificar riesgos, analizar el impacto de los cambios normativos y determinar las medidas de prevención y correctivas frente a potenciales acciones de corrupción, fraude o constitutivas de delito: determinación del GAP y elaborar el MAPA DE RIESGOS de la compañía.

2.       Elaborar + desarrollar + implementar aquellos “protocolos internos” para el correcto desempeño de sus tareas, así como los planes de prevención que contribuyan a eximir de posibles responsabilidades penales.

3.       Salvaguardar la reputación corporativa y ser los interlocutores de referencia con reguladores y supervisores para gestionar los conflictos internos en la empresa y desarrollar los cauces internos de denuncia.

4.       Además, de ayudar a la Compañía a luchar contra el blanqueo de capitales, el cibercrimen y por una adecuada protección de datos de carácter personal (RGPD).